Casi 20 años han pasado y el artículo que genialmente recupera Jose Galvan, tiene mayor actualidad que nunca. Entiendo que es una degradación consustancial al turismo de masas, pero cualquier esfuerzo por primar la calidad, exigencia y búsqueda de la excelencia de los tradicionales hoteles y restaurantes es de agradecer.  Insisto: los clientes lo agradecen con su fidelidad y adherencia a un servicio diferente, de gran valor añadido. Gracias por su apuesta.

 ¿Alguna vez se ha preguntado por qué en nuestro país, la restauración de hotel tiene una crítica tan desfavorable? Si usted viaja a menudo, ¿no le sorprende ver que lo que en otros países es tan normal como cenar en un hotel, en España deja de serlo? ¿Qué tiene de complicado, obtener una ocupación interesante en un restaurante de hotel? ¿Qué factores han influido e influyen en esta problemática?

Supone un constructivo placer cambiar impresiones con Jose Galvan.  Interesante lo que apuntas de la baja implantación de sistemas CRM en Canarias, con independencia de que es un dato fidedigno. En los años que disfrute de una interesante y productiva colaboración con el sector turístico, donde pude integrarme en el negocio, continuaba la transformación del sector: ampliación explosiva de la oferta de camas por moratoria + RIC, implantación del “todo incluido”, minoración de las estancias, menor fidelización, inflexibilidad en la contratación con TT.OO….Antes, y vinculado a lo que apuntas de los sistemas CRM brillaba con toda su potencia la retentiva para los huéspedes y sus gustos de un jefe de recepción, o la sensibilidad de un Maître para generar valores añadidos, ofreciendo el máximo confort, a clientes que buscaban de su profesionalidad. Obviamente las aplicaciones informáticas, y la contrastada potencia de sus soluciones, nos facilitan muchísimo las cosas, sobre todo en un escenario tan cambiante. Pero, como bien apuntas, para eso hace falta decisión. Todavía estamos a tiempo.
http://josegalvan.es/el-diablo-necesario/