Restan solo un mes para la celebración de la segunda edición de este evento, de dimensionamiento internacional, sobre crowdsourcing, previsto para el próximo 6 de Octubre, en San Francisco (EE.UU). Un simposio que combina las últimas tendencias de esta nueva dinámica, utilizando al “crowd”, es decir a la multitud, al mayor número de personas, para captar la sensibilidad y tendencias en los mercados. En este caso, CROWDOPOLIS, esta focalizado hacia el marketing y las nuevas tecnologías. Parece ser que el sonado éxito obtenido en 2014, augura lo mejor para esta nueva convocatoria.
El crowdsourcing nada tiene que ver con demagogias populistas, dado que es una disciplina empresarial, que con diferentes técnicas y acciones, intenta captar el mayor numero de ideas, para la salida al mercado de un producto, para el lanzamiento de una novedosa línea de servicios, o simplemente para mejorar la percepción de la compañía en un país, o en un público objetivo determinado. Por eso, como en todo, es necesario desarrollarlo profesionalmente. Ya son varias, y conocidas las campañas ejecutadas por compañías, que han obtenido unos maravillosos resultados, pero han generado una natural insatisfacción en sus miles de colaboradores, porque no se han sentido “escuchados”, no han captado un mínimo de reciprocidad al esfuerzo realizado.
Los privilegiados asistentes a CROWDOPOLIS, disfrutaran de 21 ponentes, del máximo nivel, entre los que destacan David Roman de Lenovo, Balaji Bondili de Deloitte, Brian Saftler de Microsoft o el siempre controvertido Christian Salaman de Pillsbury. Tienen programadas ocho jornadas de networking, donde siempre se tiene la posibilidad de comentar, directamente, con los mejores expertos sobre crowdsourcing a nivel mundial.
La mejor prueba del vertiginoso asentamiento del crowdsourcing como técnica de marketing, es que las grandes compañías y las marcas líderes, ya no lo consideran algo innovador. Perfecto, ya no es novedoso, pero es evidente que es una herramienta tan potente, como necesaria, en la estrategia de las compañías más importantes. La participación del cliente en el proceso de venta es indispensable. Resulta más que evidente cómo ciertas empresas han empezado a utilizar las redes sociales para promover la participación del cliente, y no sólo para ello sino para tener en cuenta la opinión o acciones de los clientes para adaptar el producto o modelo de negocio a su necesidad. Hay casos de manual, otros más significados y otros sencillamente más divertidos. Merece la pena recordar cuando los seguidores de Doritos diseñaron sus propios anuncios. Este es uno de los casos, donde se utiliza un sorteo, para estimular la mayor participación. En aquella ocasión, que hoy se considera pionera, se generaron más de 1.400 bocetos publicitarios. El Wall Street Journal, citaba en el 2013, en los albores de esta metodología, el espíritu colaborativo llevado a un nuevo terreno, el marketing. “Alrededor de 100 espectadores subieron 580 videos y Ford utilizó partes y todo por el deseo de captar la sensibilidad de los usuarios de esta multinacional automovilística.
Personalmente, y son muchos los ejemplos y casuísticas en crowdsourcing, me quedo con el clarísimo ejemplo de LEGO. Lego mantiene una potente web dedicada a sus seguidores y clientes para que puedan contribuir con sus propias ideas de productos. Es una página extremadamente colaborativa y vivencial, donde si se alcanza determinado nivel de participación, ya es una iniciativa que obtendrá una segura respuesta por parte de la empresa, ejecutando la idea aportada, por singular que sea. De verdad, que es muy difícil no sentirte parte de esta empresa y de sus proyectos.
Aquí en Canarias, siempre referente tecnológico a nivel nacional, ya empezamos a acostumbrarnos a novedosas acciones de Crowdsourcing, destacando por su originalidad y dinamismo la de grupos artísticos y asociaciones culturales.
Mientras escribo estas líneas, termino la inscripción de un equipo canario de emprendedores, que me han permitido colaborar en su proyecto, para presentar el producto en Citi Mobile Challenge Asia Pacific, a realizar en Hong Kong. Para San Francisco nos quedamos con las ganas, pero esperamos estar en esta próxima cita asiática. El futuro es de los audaces.
La colaboración como medio para el desarrollo de ideas y conseguir objetivos empresariales, nuestro ya no tan novedoso Crowdsourcing, es una práctica habitual en el entorno 2.0, y CROWDOPOLIS es un magnífico ejemplo de lo expuesto. También estoy seguro, de que son técnicas y estrategias que se están irradiando a todos los sectores. Seguro.
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SIEMPRE APRENDIENDO
Ante todo gracias por tu visita.
Te presento un recopilatorio de los artículos que semanalmente se publican en el CANARIAS 7, y que con auténtica finalidad terapéutica, me permiten soltar algo de lastre y compartir. En cierta medida, de eso se trata al escribir, de un sano impulso por compartir.
La experiencia es fruto directo de las vivencias que has englobado en tu vida, y mientras más dinámico, proactivo y decidido sea tu carácter, mayor es el número de percances, fracasos, éxitos… Los que están siempre en un sofá, suelen equivocarse muy poco…
Y, posiblemente eso sea la experiencia, el superar, o al menos intentarlo, infinidad de inconvenientes y obstáculos, procurando aprender al máximo de cada una de esas vivencias, por eso escribo, y me repito lo de siempre aprendiendo, siempre.
Me encantan los libros, desvelar sus secretos, y sobre todo vivificarlos. Es un verdadero reto alquímico. En su día, la novela de William Goldman “La Princesa Prometida” me desveló una de las primeras señales que han guiado mi camino. La vida es tremendamente injusta, absolutamente tendente al caos, pero es una experiencia única y verdaderamente hermosa. En esa dicotomía puede encontrarse ese óctuple noble sendero que determina la frase de aquel viejo samurái: “No importa la victoria, sino la pureza de la acción”.
Como un moderno y modesto samurái me veo ahora, en este siglo XXI… siempre aprendiendo. Los hombres de empresa, los hombres que intentamos sacar adelante los proyectos de inversión, la creación de empleo, los crecimientos sostenibles, imprimimos cierto carácter guerrero a una cuestión que es mucho más que números. Si además, te obstinas en combinar el sentido común, con principios, voluntad de superación y responsabilidad, ya es un lujo.
Si también logramos inferir carácter, lealtad y sobre todo principios a la actividad económica, es que esa guerra merece la pena. Posiblemente sea un justo combate.
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