LOS CHIRINGUITOS
No, estas líneas no están vinculadas a nuestro carnaval. Hacen referencia a otra fiesta
donde los partidos políticos desarrollan sus entramados de poder, en una imparable y
alocada rueda donde se reparten subvenciones y se asignan colocaciones y puestos de
trabajo para los “fieles”. Somos muchos los que hemos visto el video donde el Sr.
Errejón explica a sus acólitos la necesidad de integrarse en todo el tejido asociativo,
con la finalidad de controlar sus estructuras, y en la medida de lo posible generar una
red de siglas, clubes, sociedades y entidades de todo tipo. Explica muy llanamente lo
que son los chiringuitos, entidades con una finalidad virtual, o estética, pero cuyo
único objetivo es ir colocando a todo su personal. A todos los que no se ha posicionado
ya en una administración pública, que sin las preceptivas oposiciones, crece
exponencialmente año tras año.
El chiringuito es un ente formado por un grupo de amigos o familiares, simpatizantes o
posibles votantes del Partido, que perfilan un objetivo atrayente, por ejemplo: “Cómo
atraer el turismo vietnamita a la Isla de San Borondón” o “Influencia de las mareas en
las hormigas autóctonas del Sebadal” con la idea de gestionar algún tipo de
subvención municipal, o ayuda comunitaria, que previamente se ha “negociado”. Lo
importante no es atender al objeto social de la organización, dado que todo el
presupuesto estará destinado al grupo uno, es decir, a pagar nóminas y gastos del
voluntarioso personal. A todos nos vienen a la cabeza muchísimas organizaciones, que
pese a presentar una maravillosa finalidad social, nunca llevan los recursos a su
destino, al quedar el presupuesto reservado únicamente para el mantenimiento de la
organización.
Por estas latitudes tenemos más de una de estas improductivas creaciones, aunque
aquí la especialización “autóctona” se centró en las sociedades públicas, donde sin las
limitaciones propias del control de la res pública, disponemos generosamente de
contrataciones de todo tipo, pero con el mismo denominador, su bajo alcance y
reducida rentabilidad. Solamente hay una formación política en España que aboga por
la reducción de la estructura de los partidos políticos, por la simplificación de las
autonomías y por la drástica eliminación de todo este entramado de chiringuitos.
Resulta harto comprensible que sin éxito pretendan demonizarlos…
Hay muchas cosas que tienen que cambiar. Antes no debimos permitírnoslas, pero
ahora son absolutamente inasumibles. Llevamos desde marzo de 2020 con derechos
fundamentales eliminados o suspendidos. Llevamos más de un año bajo toque de
queda. Ha transcurrido demasiado tiempo con un parlamento bajo mínimos, que con
la excusa de un inconstitucional estado de emergencia ha fomentado la inacción, sin
presentar ninguna solución efectiva, o, al menos, bien gestionada. Un gobierno de
iluminados que ha desarrollado toda su agenda ideológica en este período excepcional
de restricción de libertades, con un parlamento secuestrado y una relativa capacidad
de control por parte de la oposición. Un programa de gobierno obsesionado con
desenterrar una guerra que termino hace 80 años, aprobar la ley de la eutanasia,
debatir puertas adentro una disparatada ley de identidad de género y continuar en la
conversión de nuestro ya débil sistema educativo en un generador de dóciles
analfabetos funcionales bien adoctrinados. Y todo ello mientras aumentan a mi
alrededor los ciudadanos que no han percibido el ERTE que les corresponde, no existe
la posibilidad de realizar una consulta y nadie atiende el teléfono. Acabemos ya con los
chiringuitos y empecemos a exigir ya las soluciones que necesitamos.
Luis Nantón
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SIEMPRE APRENDIENDO
Ante todo gracias por tu visita.
Te presento un recopilatorio de los artículos que semanalmente se publican en el CANARIAS 7, y que con auténtica finalidad terapéutica, me permiten soltar algo de lastre y compartir. En cierta medida, de eso se trata al escribir, de un sano impulso por compartir.
La experiencia es fruto directo de las vivencias que has englobado en tu vida, y mientras más dinámico, proactivo y decidido sea tu carácter, mayor es el número de percances, fracasos, éxitos… Los que están siempre en un sofá, suelen equivocarse muy poco…
Y, posiblemente eso sea la experiencia, el superar, o al menos intentarlo, infinidad de inconvenientes y obstáculos, procurando aprender al máximo de cada una de esas vivencias, por eso escribo, y me repito lo de siempre aprendiendo, siempre.
Me encantan los libros, desvelar sus secretos, y sobre todo vivificarlos. Es un verdadero reto alquímico. En su día, la novela de William Goldman “La Princesa Prometida” me desveló una de las primeras señales que han guiado mi camino. La vida es tremendamente injusta, absolutamente tendente al caos, pero es una experiencia única y verdaderamente hermosa. En esa dicotomía puede encontrarse ese óctuple noble sendero que determina la frase de aquel viejo samurái: “No importa la victoria, sino la pureza de la acción”.
Como un moderno y modesto samurái me veo ahora, en este siglo XXI… siempre aprendiendo. Los hombres de empresa, los hombres que intentamos sacar adelante los proyectos de inversión, la creación de empleo, los crecimientos sostenibles, imprimimos cierto carácter guerrero a una cuestión que es mucho más que números. Si además, te obstinas en combinar el sentido común, con principios, voluntad de superación y responsabilidad, ya es un lujo.
Si también logramos inferir carácter, lealtad y sobre todo principios a la actividad económica, es que esa guerra merece la pena. Posiblemente sea un justo combate.
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