Las redes sociales se les escapan. La mafia política, porque no hay mejor apelativo, está obsesionada con restringir, limitar, y si es posible, eliminar la libertad de expresión. La mayoría de los medios son controlados y direccionados a golpe de talonario y subvención, pero las redes sociales son muy difíciles de acotar. Que los ciudadanos podamos compartir información libremente es algo que exaspera a estos liberticidas disfrazados de demócratas. Que al menos tengamos la capacidad de denunciar las innumerables tropelías y excesos que cometen, es algo que no pueden soportar.
Esta semana volvió a tocarle a TELEGRAM. Justo antes, la Comisión Europea amenazaba a Elon Musk de que X debía alterar contenidos o se enfrentaría a brutales sanciones económicas. Según Dúrov, su fundador, TELEGRAM tenía 950 millones de usuarios activos en julio de 2024, cuarta plataforma de mensajería más popular del mundo, por detrás de WhatsApp, WeChat y Facebook Messenger.
La detención de Pável Dúrov en París, recientemente liberado, pero con increíbles cargos, ha desatado un debate global sobre las verdaderas motivaciones de los gobiernos occidentales para controlar las diferentes plataformas. Responsabilizan a los canales de comunicación de la posibilidad de que sean herramientas utilizadas con fines ilícitos. Potencialmente es así, pero sería como responsabilizar al concesionario de una autopista, o a los propietarios de los pisos, si se les vinculan hechos delictivos de viajeros, o de inquilinos.
La Electronic Frontier Foundation (EFF) comunicó casi inmediatamente: “Muchos detalles sobre este caso siguen sin estar claros y responderemos con más detalle una vez que se disponga de un acta de acusación. La falta de información sobre la detención y los cargos es preocupante, porque este caso afecta a una plataforma de comunicación global utilizada por cientos de millones de personas”. El más decidido, como siempre, Elon Musk quien manifestó: “Es 2030 en Europa y te ejecutan por dar like a un meme”, sin olvidar a otro clásico Edward Snowden, exiliado en Rusia tras destapar una operación de vigilancia masiva del Gobierno de EEUU utilizando a sus multinacionales digitales, que publicó: “Me sorprende y entristece profundamente que Macrón haya descendido al nivel de tomar rehenes como medio para acceder a comunicaciones privadas. No solo rebaja a Francia, sino al mundo”.
No tengo ni idea de que tipo de persona es Dúrov. Seguro que tiene sus luces y sus sombras, como todos los paisanos, pero cuando gestionas una herramienta tan potente como TELEGRAM, sí tengo claro que todos los gobiernos pretenden su control. Las presiones de diferentes servicios secretos son algo más que contrastado, y las ganas de “manejar” las corrientes de opinión, también es una pauta cada día más importante. Hay varios escenarios posibles que han podido motivar la detención de Dúrov. El primero de ellos sería que el Estado francés quiere presionarlo para que abra un agujero en su cifrado que puedan utilizar sus servicios de inteligencia. Una opción que resultaría “muy problemática”, ya que “estaríamos en una dinámica más propia de países autoritarios”. Lo cierto es que este futuro orwelliano cada día es menos distópico.
Francamente intento evitar los estereotipos de héroes modernos, defensores de la libertad, para tipos como Musk o Dúrov. Pero sí resulta convincente que por ahora resisten a casi todas las presiones de los Ministerios de la Verdad con que nos premian los gobiernos. Telegram fue fundada por los hermanos Nikolai y Pável Dúrov, que ya habían fundado la red Vk.com, una especie de Facebook ruso. Es una de las redes en línea más importantes de Rusia y Ucrania, que también es utilizada por muchas autoridades y políticos para la comunicación. La plataforma también tiene numerosos informes sin filtrar y propaganda de ambas partes sobre el terrible conflicto en Ucrania.
La gestión de Durov al frente de VK estuvo marcada por diversos conflictos con el gobierno ruso. Ya en esa década, el conflicto pivota sobre la privacidad de los datos y el control del contenido. En 2014, ante la creciente presión, se vio obligado a vender su participación y abandonar la empresa. Dúrov se trasladó a Dubái en 2017 y en el 2021, obtuvo la nacionalidad francesa, una decisión que se convirtió en un aspecto central de su actual estatus jurídico. Curiosamente, en una cena con el presidente Macrón, en el 2018, se le ofreció al empresario ruso el pasaporte francés, entre otras prerrogativas, a cambio de instalar la sede operativa de su empresa en Francia.
Nadie duda, desde hace años, que diferentes servicios secretos exigen una “puerta trasera” al aplicativo para tener directo acceso y control a los datos de los usuarios. La finalidad, en muchos casos, nos la podemos imaginar. Ante esas negativas, siempre se esgrime la amenaza de acciones legales por no tomar medidas lo suficientemente consistentes contra el discurso de odio y los llamamientos a la violencia, que en muchas ocasiones se lanzan en las redes.
Lo cierto es que Pável Dúrov, fue acusado el miércoles de complicidad en la propagación de delitos en la popular aplicación de mensajería, incluidos el abuso infantil, el tráfico de drogas y el fraude, según informaron desde la fiscalía francesa. En concreto, la Fiscalía de París le ha imputado doce delitos, relativos a la difusión de imágenes pornográficas de menores o el tráfico de drogas, entre otros contenidos. Se ha filtrado recientemente, que hay indicios de que Dúrov también estuviera implicado en la muerte de Manolete…
Contundente el comunicado lanzado por TELEGRAM: «Telegram cumple con las leyes de la Unión Europea, incluida la Ley de Servicios Digitales. Su moderación se ajusta a los estándares de la industria y mejora constantemente. Dúrov no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia a Europa. Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma».
En el momento de escribir estas líneas Dúrov se mantiene en libertad, sin poder salir de Francia y con una fianza depositada por cerca de seis millones de dólares. Tanto el Gobierno de Rusia como el de Emiratos Árabes Unidos han solicitado acceso consular al acusado.
Internet nació libre en los años 90, todos lo vimos como un espacio de libertad. Nos venden “ministerios de la verdad” y organismos de todo tipo y color, para gratificarnos con su verdad, con su “información autentificada”. Por eso, redes como TELEGRAM son un verdadero peligro para ellos.
Luis Nantón Díaz
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SIEMPRE APRENDIENDO
Ante todo gracias por tu visita.
Te presento un recopilatorio de los artículos que semanalmente se publican en el CANARIAS 7, y que con auténtica finalidad terapéutica, me permiten soltar algo de lastre y compartir. En cierta medida, de eso se trata al escribir, de un sano impulso por compartir.
La experiencia es fruto directo de las vivencias que has englobado en tu vida, y mientras más dinámico, proactivo y decidido sea tu carácter, mayor es el número de percances, fracasos, éxitos… Los que están siempre en un sofá, suelen equivocarse muy poco…
Y, posiblemente eso sea la experiencia, el superar, o al menos intentarlo, infinidad de inconvenientes y obstáculos, procurando aprender al máximo de cada una de esas vivencias, por eso escribo, y me repito lo de siempre aprendiendo, siempre.
Me encantan los libros, desvelar sus secretos, y sobre todo vivificarlos. Es un verdadero reto alquímico. En su día, la novela de William Goldman “La Princesa Prometida” me desveló una de las primeras señales que han guiado mi camino. La vida es tremendamente injusta, absolutamente tendente al caos, pero es una experiencia única y verdaderamente hermosa. En esa dicotomía puede encontrarse ese óctuple noble sendero que determina la frase de aquel viejo samurái: “No importa la victoria, sino la pureza de la acción”.
Como un moderno y modesto samurái me veo ahora, en este siglo XXI… siempre aprendiendo. Los hombres de empresa, los hombres que intentamos sacar adelante los proyectos de inversión, la creación de empleo, los crecimientos sostenibles, imprimimos cierto carácter guerrero a una cuestión que es mucho más que números. Si además, te obstinas en combinar el sentido común, con principios, voluntad de superación y responsabilidad, ya es un lujo.
Si también logramos inferir carácter, lealtad y sobre todo principios a la actividad económica, es que esa guerra merece la pena. Posiblemente sea un justo combate.
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